Nueve Vidas es el título de una película por excelencia íntima. Rodrigo García, su escritor y director, en nueve cortos, nos narra y nos deja ver la humanidad en intimidad a través de un tejido delicado y profundo entre nueve historias de mujeres que bien podrían ser también nueve aspectos del ciclo vital, nueve luchas o momentos en el vasto universo femenino. Estos episodios al parecer sin nada en común se comunican sutilmente, se tocan tangencialmente, sin perder la fuerza y foco de cada historia.
En la película se nota un gran cuidado en las palabras, los diálogos y en la intensidad emocional; con un buen reparto (Molly Parker, Glenn Close, Kathy Baker, Dakota Fanning) en el que la mujer es protagonista y sus actuaciones permiten al espectador comprender, más que juzgar, durante 10 ó 12 minutos, toda una vida contenida en una historia, por eso al leer sobre sus críticas y comentarios me encuentro con que “son historias cortas más no pequeñas, pues todo lo que sucede es importante”.
En nueve vidas veo también los ciclos de gestación (internos y externos) de la mujer, con sus desafíos y pruebas, ciclo femenino en el que vida y muerte se cruzan sin escandalizarnos, más bien, resaltando una sensibilidad intensa frente al mundo real de las mujeres como madres, hijas, esposas y con la riqueza emocional de cada experiencia.
Estas historias de vida no se resuelven, no buscan resolverse, se salen de la pantalla para saltar a la vida real con esas preguntas de mujer que suelen permanecer mucho tiempo abiertas sobre asuntos como el tiempo, el amor, la identidad, el pasado y el futuro.