Un nuevo mes, una nueva luna, un nuevo ciclo.
¿Lo sientes?
¿Podrás detenerte un momento y observar qué fue de ti y de tu alma durante el ciclo anterior?
¿Podrás llamar al coraje y a la fuerza para abrazar tus experiencias vividas y las que no lograste también?
Asegúrate de soñar un Abril en el que no huyas de ti misma, un nuevo mes para que tus emociones sean brújula y guía, no naufragio, incluso las más incómodas. Las emociones, al igual que los sueños, están hechas de un material único, necesario para nuestra evolución y humanidad; un material que requiere de receptividad, atención, curiosidad y movimiento. Las emociones son como las olas, van y vienen durante el tiempo, en el mar mutable de nuestra existencia. En este abril las aguas emocionales brotan, las aguas del cambio continúan, las aguas de nuestro mundo subterráneo emergen para fertilizar nuestro día a día. A veces borrasca, a veces lluvia, a veces lágrima; las aguas de abril purifican y bañan allí donde la conciencia está creciendo. Como dice el texto que transcribo, se necesita coraje para dejar de correr y sentarse con las emociones hasta que se conviertan en inspiración, aceptación, o también y ojalá, en acción transformadora.
SE NECESITA CORAJE PARA DEJAR DE CORRER
"Quédate con la tristeza un momento más.
Quédate presente con la alegría o la vergüenza por un instante más.
Respira la ansiedad en lugar de huir de ella.
Vuélvete curioso con tu incomodidad en lugar de distraerte.
Se necesita coraje para dejar de correr.
Se necesita coraje para inclinarse en la tormenta.
Se necesita coraje para tocar la oscuridad interior con la luz infinita de nuestra curiosa atención.
Se necesita coraje para romper la adicción al futuro.
Y estar presente.
Y respirar.
Y no saber".
Jeff Foster