FEBRERO 6
REFLEXIONES SOBRE EL ALMA DE LA MUJER
La liberación de una mujer no tiene nada que ver con hechos externos, sino con reconocer sus cadenas auto impuestas, aflojarlas día a día hasta que después de un tiempo pueda sentirse segura sin ellas. Cuando la mujer puede husmear en el vacío viéndolo posibilidad y no abismo, es en ese justo instante cuando el miedo se hace tan implacable que paraliza, y es necesario atravesarlo. En ese momento la vida y la muerte se reconocen una. La mujer humana entonces construye su puente para lanzarse. Teje, llora, baila, imagina, escribe, se enferma, se conmueve... y de tanto en tanto cambia cadenas por espirales. Cambia seguridad por devenir. Hijo amante por hombre real o soledad asistida por ella misma. Entonces, sólo entonces, Ella, Crea.