CARRIDWEN. UNA IMAGEN PARA LA DIOSA OSCURA DE LA MUERTE Y RENACIMIENTO

Cerridwen y su caldero

Los celtas fueron un pueblo muy rico en imágenes y mitos asociados a la Diosa.  Lograron en sus mitologías dar expresión a la multiplicidad y también a la unidad de la vida. 

Entre sus diosas se destacan Brigid (diosa del fuego), Dea Dama (diosa madre triple), Morrigan (diosa de la muerte y destrucción) y en su aspecto más oscuro:  Cerridwen, patrona de los ciclos de la vida muerte y renacimiento.  Reconocida como Señora del inframundo, deviene Madre en la fiesta del fin de año celta: Samhain (el fin del verano), en donde su matriz se hincha con las almas de los muertos.  Madre que alberga el cambio.

Los aspectos de la madre oscura son difíciles de asimilar, pero profundamente benevolentes y necesarios en todos los finales y cierres de ciclos.  Ella es la guardiana de los misterios, madre de los secretos de la tumba y por ello muestra el camino hacia la inspiración y renacimiento.  Abre el paso para que llegue la sabiduría que otorga la muerte, el desapego, el desprendimiento.

Negar este aspecto de la diosa significaría negar una gran parte de nosotros mismos y una parte del año: el invierno, en donde la tierra misma se cierra y duerme, se recoge para luego renovarse en una nueva estación.  Para el pueblo celta, el año entendido como circular, era una imagen y experiencia muy importante, y creo, puede servirnos de sugerencia para estar atentos a los ciclos internos y externos, a todo aquello que experimentamos y de lo que aprendemos durante un año.

Dentro de los atributos de esta deidad están el poder cambiar de forma y ser maestra del conocimiento mágico, por ello es reconocida como bruja.

Imagen tomada de internet

Cerridwen es pues también una gran diosa alquímica ya que el caldero, símbolo que la caracteriza, es un crisol de transformación continua.  Allí, en ese útero mágico, cáliz de muerte y vida se realizan las pócimas de sabiduría, inspiración y regeneración; esto es, toda la fertilidad a la que podemos acceder si nos permitimos ser dignos del fenómeno de la muerte simbólica cada fin de ciclo, cada fin de año, aceptando el final de realidades ya innecesarias.

Por ello quizá hoy les invito a convocar esta imagen poderosa de lo femenino, en este cierre de año cargado de exigencias, renuncias, sacrificios y desafíos; en este año donde la muerte (física y simbólica) ha sido maestra y va señalando nuevos caminos. 

Acerquémonos con respeto al caldero de esta diosa de la transformación y entreguemos allí nuestras propias muertes, pero sobre todo pidamos también apoyo para comprender e ir soltando los miedos asociados a la muerte, a los muertos, a las almas que transitan en la memoria y que asisten muchas veces nuestro andar. 

Honremos a los ancestros en esta fiesta de Samhain.  Sí, puede ser una fiesta la despedida con el recuerdo y la honra hacia quienes ya experimentaron la vida y abrieron el paso para vivir la nuestra. Benditos los que cambian de forma con Cerridwen y retornan confiados al vientre de la diosa.

¡Feliz luna llena de Octubre!

¡Feliz Samhain!

¡Feliz Vida Muerte y Renacimiento!

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