Son personas creativas; entrañables algunas, cruzadas en el camino otras, hermanas y hermanos del alma. 
Seres admirados por tener vidas palpitantes y por desarrollar procesos creativos enfocados desde diferentes disciplinas y pasiones.

Me encuentro con ellos y les pregunto sobre su labor creativa, sobre el alma de sus sueños y la concreción de éstos. 
Me nutren con sus historias, me permiten captar sus sonrisas en una fotografía y me dejan un aroma de flores reales en esta ciudad de eterna primavera y eterno contraste.