La fotografía de Agustín Zuluaga

Artista, fotógrafo, arquitecto con formación también en hermenéutica literaria y estudios políticos, docente y creador de la editorial Libros Mojados.  Agustín Zuluaga Olarte es un hombre para quien el sentido creativo parece no tener límites.  Su obra refleja una profundidad y contundencia fruto seguramente de la honestidad en sus búsquedas y de su capacidad para moverse en lo contemporáneo sin miedos ni falsas pretensiones. 

Fotografía by Agustín Zuluaga

¿Qué significa para ti la creatividad y cómo está presente en tu vida?

-«Está presente en todos los aspectos, desde la cocina pasando por el diseño del huerto, el diseño de todo.  Es un aspecto fundamental.

La creatividad tiene muchas aristas, es generar a partir de cosas que ya existen nuevas propuestas. Lo más interesante de la creatividad para mí son las relaciones y las nuevas propuestas que se hacen a partir de conexiones muy diversas del conocimiento y de las artes.   La creatividad tiene que ver con las de habilidades y esas habilidades se van incrementando y enriqueciendo».

¿Cómo crea Agustín?

-«Primero siento una pulsión que genera cierto interés hacia algo, por un tema; estas pulsiones son inconscientes generalmente y detonan una inquietud. Luego empiezo a buscar qué referentes hay sobre ese tema y empiezo a crear desde un ángulo muy particular, observando las relaciones.

Para mí el collage es fundamental, me he dado cuenta de que todo lo que hago en mi vida es collage.  Tomo elementos de un lado y otro y los mezclo.

También trabajo por saturación. En un momento dado veo muchas imágenes y colecciono para un libro 200 o 1000 imágenes y de ahí selecciono o hago una primera maqueta y después otra.

Es importante además estar atento a lo que pasa afuera en el inconsciente colectivo, creo que los artistas tienen esa posibilidad de conectar con esa información».

Fotografía by Agustín Zuluaga

¿Podrías entonces definir tu estilo creativo como artista?

-«Dentro de la propuesta que tengo como artista está la construcción y deconstrucción.  Siempre me construyo para volverme a deconstruir y luego volver a construir y eso lo veo en las imágenes, tomo una imagen y la deconstruyo para reconstruirla.  Eso pasa con la memoria, por ejemplo, con las ciudades, con muchas cosas».

En las entrevistas me encontrado con un lugar común a propósito del arte y su relación con el sufrimiento. ¿Cómo lo ves, se tiene que sufrir para hacer obra?

-«Eso tiene que ver con la diferencia entre lo bello y lo sublime.

No pienso que para ser artista haya que sufrir, estoy lejos de eso.  Creo que está ligado a asuntos de más fondo, pienso que el arte puede ser divertido, puede llevar un deleite como también a desgarraduras internas, pero no todo el tiempo».

Fotografía by Agustín Zuluaga

¿Consideras que el arte puede ayudar en procesos curativos?

-«Sí, pienso que uno viene aquí a evolucionar y crecer como ser humano.  En mi caso tuvo que ver con la familia y la figura de mi padre quien fue un ser muy estricto conmigo y cuando él muere me dediqué a recoger el archivo de la familia y fueron tres años en donde a partir de la fotografía y la exploración de las imágenes de mi familia salen tres libros:  Santísimo sacramento, Aerotaxi y la Familia Revelada.

Esta trilogía me ayudó a aproximarme al tema de la familia, que es un asunto tan complejo, y empezar a través de las imágenes a descubrir arquetipos, por ejemplo, el de la madre. y empezar a trabajar el arquetipo, a verlo, deconstruirlo y volverlo a construir y lograr entender muchas cosas.

Con el libro Aerotaxi logro tomar distancia de la historia con mi padre y ahora no hay reproches ni lastima, logro contar la historia de una persona entre muchas otras cosas y entendí que él fue un personaje que vino a cumplir su papel.

La sanación va llegando lentamente.  Las imágenes te van conectando con la memoria, pero entendiéndola como algo no estático, sino que siempre se actualiza.

Descubrí que en el hacer diario se van construyendo recuerdos, por eso creo que hay que tener una ecología del vivir diario.  Construir recuerdos en el día a día es construirse a uno mismo».

¿Cómo te va con la mirada del otro sobre tu obra?

-«Es una sorpresa, creo que hay dos momentos:

Uno, el momento de la construcción de la obra, en donde cuento con algunos orientadores.

Otro, cuando la obra sale, cuando la obra sale ya no es mía.

Para mí el acto creativo es más interesante que todo lo que viene después de la obra».

¿Cómo docente te consideras también un hombre creativo?

-«Sí, me gusta utilizar muchos recursos para llevar a los alumnos a abrir posibilidades y a entender la necesidad de estar conectados con el espíritu de la época y el contexto.

Examinar cuáles son los potenciales que tienen los alumnos y siempre acompañarlos con una tensión constante para que haya una buena producción».

¿Tienes algún proyecto creativo en marcha?

-«Un libro de fotografía, se llama Látex. A propósito del hombre contemporáneo, aquel sin fisuras, sin mancha, completamente artificial.  Se trata sobre la creación de una segunda piel que toma distancia de la realidad y refleja la sociedad contemporánea egoísta y artificial».  

¿Cómo se desarrolla el músculo creativo?

-» Primero el músculo como tal debe existir, y luego se fortalece con mucho trabajo y requiere también la exploración de sí mismo y el entorno.

Se desarrolla con trabajo y con el reconocer los estados de flujo para volver a ellos cuando sea necesario.

Leer o ver cosas que exciten el cerebro.

Ejercicios para buscar relaciones, escribir, leer para sintonizar.  Confiar en la intuición y en el cerebro.

Darse la libertad para hacer las cosas y fluir».

¿Encuentras alguna diferencia en la forma cómo crean los hombres y las mujeres?

-«No creo que haya diferencia entre hombres y mujeres, pienso que hay diferencia entre lo racional y lo intuitivo.

Pienso que se puede dar una negociación entre esas dos tendencias o no.  Hay personas que son muy racionales, hombres y mujeres y otras personas muy intuitivas.

También depende de los proyectos hay algunos en los que se necesita ser muy racional y en otros más intuitivo».

Mil gracias a Agustín por su tiempo, palabras y experiencia.

Esperamos con alegría muchos más de sus libros publicados.

Fotografía by Agustín Zuluaga