Amor, cuerpo y moda
Juliana Peláez
Integrar tres variables fundamentales y a veces invisibles: el amor, el cuerpo y la moda, en una propuesta creativa, amorosa y con mucho respeto hacia las expresiones del alma de la mujer, es la labor de Juliana Peláez. Ella acompaña a otras mujeres interesadas en ir más allá de los estereotipos del cuerpo y la moda femenina para conectar con el Amor propio y una mayor conciencia de sí mismas y sus elecciones. Acá nos cuenta de qué se trata esta apuesta:
«Amor cuerpo y moda es un cuestionamiento, es una crítica, es un alto en el camino, es un momento de rebeldía y es una conexión con el yo interior y con la expresión de éste al exterior.
También es una mirada alrededor del ser, estableciendo la coherencia que existe entre lo que creemos que somos, el amor propio, el autorreconocimiento, la aceptación de nuestro cuerpo y la manera como lo comunicamos a los demás a través del vestir y el adorno, estableciendo nuestros propios códigos estéticos y comunicando a los otros lo que queremos expresar.
Algunos de los cuestionamientos que surgen alrededor del tema…
¿Qué tan fieles somos a nuestra esencia?
¿Qué tanto logramos comunicar nuestros pensamientos, gustos y batallas a partir de nuestros cuerpos y nuestra manera de vestir?
¿Qué tan fieles somos con el proceso de negociación cada mañana cuando ponemos en la balanza lo que somos, lo que queremos comunicar y lo que pensamos que el mundo está esperando de nosotros?
Encontrar nuestra esencia, nuestra identidad, conectarnos con nuestro yo interior, sentirnos seguros, confiados y felices con lo que somos, nos permitirá comunicarnos y expresarnos de una manera auténtica y única sin dejar que los estereotipos, los roles y el qué dirán afecten las decisiones de nuestras vidas.
Nuestro cuerpo es el hogar del alma, nuestras prendas son una segunda piel, son protección, son máscaras, son lenguaje y comunicación que nos permiten hacer parte de la sociedad y sentir que pertenecemos. Nos hemos adaptado a los códigos de vestuario, a lo que están esperando que seamos, a la apariencia que debemos tener de acuerdo a diferentes roles y situaciones, hoy es el momento para ser más fiel a nuestros propios gustos, a nuestra identidad y a esa diferencia que nos caracteriza como seres humanos irrepetibles, hoy estamos en un momento de autodescubrimiento de nuestro ser, entendiéndonos como realmente somos y no como las estructuras sociales nos dijeron que teníamos que ser; y una de las estructuras que más han marcado nuestra vida a lo largo de la historia ha sido la moda y sus estereotipos, que se ha comportado como un unificador social a través de las prendas que vestimos, pero en ese mismo objetivo, nos hemos desdibujado de nuestra propia identidad y hemos cedido a acoplarnos a unas maneras de ser y de vernos que pueden no estar tan conectadas con lo que realmente somos, llevándonos a una desconexión de nuestro ser, alejándonos de nuestra esencia y de lo que quisiéramos expresar.
De la misma manera que la moda se ha comportado como un unificador social nos ha compartido siempre sus herramientas de comunicación y lenguaje y hoy nos permite cada vez más, mezclar, jugar de forma más libre y expresar todo eso que hay adentro. La libre expresión no depende de la moda, ni de la sociedad de consumo ni del sistema al que pertenecemos, depende única y exclusivamente de nuestra capacidad de contar lo que queramos, sin ser esclavos del qué dirán y de las apariencias encontrando la clave para sentirnos seguros y confiados desde un punto de equilibrio y transparencia entre lo que vemos por fuera lo que llevamos dentro.
Nuestro cuerpo y los atuendos que usamos son nuestra presentación al mundo, es nuestra historia y la representación material de lo que llevamos por dentro… ¿Tú qué historia estás contando?».
Juliana Peláez.
Gracias Juliana por tu aporte de sentido y conciencia al mundo femenino, un mundo siempre complejo, eternamente cambiante y profundamente bello, con necesidades y derechos de expresar su diversidad y potencia.
Ángela Ramírez C. Enero 2020
